Modus operandi

El  modus operandi es la forma de obrar que se lleva a cabo para lograr unos objetivos, en este caso, las acciones y medios que se ponen en marcha con la finalidad de captar a una mujer para explotarla sexualmente, convirtiéndola así en una víctima de trata con fines de explotación sexual. Las fases que componen este proceso son:

  • Captación:

La captación consiste en el proceso de reclutamiento de las personas que serán trasladadas con posterioridad, con lo que se convertirán en víctimas de trata con fines de explotación sexual.

Lo más habitual es ser captado por alguien de tu entorno cercano, ya sea hombre o mujer, dado que al existir una relación basada en la confianza logrará exitosamente engañar a la víctima, para lo cual se emplean falsas promesas, principalmente laborales, pero la realidad muestra que al llegar al país/lugar de destino son explotadas sexualmente, generándose una deuda que deben saldar, y que rara vez desaparece.

  • Traslado:

Consiste en el desarraigo de la víctima de su lugar de origen. Puede suponer o no el cruce de fronteras nacionales. En el traslado puede aparecer la figura del captador que vigila a la víctima con el fin de que no huya. Generalmente durante esta fase ya se producen abusos hacia la víctima.

  • Recepción o acogida:

Es el momento de recibimiento de las víctimas en un lugar provisorio o en el destino final de explotación. Las leyes penalizan tanto a quien las recibe y oculta temporalmente, como a quienes efectivamente concretan su explotación.

Una vez en el lugar de destino se les obliga a someterse a la prostitución: si quieres contribuir a la erradicación de la trata con fines de explotación sexual, no hagas uso de la prostitución. SIN DEMANDA DE PROSTITUCIÓN NO HAY TRATA CON FINES DE EXPLOTACIÓN SEXUAL.

  • Formas de sometimiento:

Una vez en el lugar o país de destino (pues para ser víctima de trata con fines de explotación sexual no es necesario cruzar fronteras), se emplean mecanismos de control sobre la víctima, que les provoca temor y ansiedad, y que varían dependiendo de la cultura de la que provengan.

En el caso de comunidades religiosas, se emplean mecanismos tales como el juju o vudú, entre otros. En otros casos, se produce una retirada del pasaporte a la llegada al país de destino, lo que da lugar a cultivar el miedo en las víctimas, pues temen ser deportadas. En otras ocasiones se les priva de libertad, o se les limita el movimiento, aunque generalmente esta situación de aislamiento social se produce debido a la soledad que sienten, o como efecto secundario de otros mecanismos de control. También se les amenaza con la integridad física de sus familiares, que prosiguen en el lugar de destino de la víctima. Uso de violencia física y/o amenazas. Inducción al delito. Pero, sin duda, el mecanismo de control que generalmente es común a todas las víctimas de trata con fines de explotación sexual, es la deuda que se genera al llegar al país de destino, la cual ansían saldar para poder salir de esa situación, cosa que no tiene porqué suceder, pues en ocasiones la deuda continúa aumentando.