Desde Médicos del Mundo Albacete hemos arrancado los talleres de Educación para la transformación social incluidos en el Proyecto «Albacete por el Derecho a la Salud». Si tuviésemos que clasificarlos por temáticas podríamos decir que el primer taller aborda temas de desigualdad en el mundo y distribución de la riqueza; el segundo trata sobre género y salud y el tercero trabaja sobre el fomento de la participación y el empoderamiento de la sociedad civil.

Queremos centrarnos en el segundo taller que trata sobre el género y el derecho a la salud. Planteamos en estos talleres la visualización de tres cortometrajes de animación que recrean situaciones cotidianas de la vida de las mujeres que habitan países como Mali, Senegal o Mozambique (países en los que se desarrollan las historias)

Teniendo en cuenta las respuestas de los cuestionarios que se pasa al alumnado antes del inicio de los talleres, vemos imprescindible que el proyecto aborde las temáticas elegidas. En concreto, sobre género, ante la afirmación de “Las mujeres tienen más dificultades que los hombres en el acceso a la salud” sólo el 28% de los y las adolescentes contesta verdadero. Es decir, una amplia mayoría no es sensible a las desigualdades de género en cuanto al acceso a la salud. El 80% tiene claro que en países empobrecidos hay desigualdad entre hombres y mujeres; sin embargo cuando se les pregunta por la desigualdad en países enriquecidos, hay un tímido 64% de participantes que contesta que sí que la hay. De ellos, más de la mitad de los hombres contesta que hay igualdad, mientras que el 86% de las mujeres dice que no la hay. Un dato interesante de las percepciones de cada género.

Cuando se aborda la salud relacionada con las desigualdades de género en los talleres, hablamos del rol de la mujer en el seno familiar y en la sociedad, de pobreza, de exclusión, de la violencia intra y extra familiar, de derechos humanos, educación, de mutilación genital femenina, de falta de oportunidades y de falta de inversión en salud. En definitiva, todo un conjunto de determinantes sociales que dificulta que las mujeres aquí y en otras partes del mundo, no siempre por las mismas causas, sufran desigualdad y exclusión en el acceso a la salud.

No queda en duda la importancia de que los adolescentes conozcan estas realidades y que se profundice sobre los motivos y las causalidades que las producen, las mantienen y las perpetúan. Ellas y ellos generan un debate a veces contradictorio, donde se confunde lo que está aceptado y legitimado social y culturalmente con lo que es justicia e igualdad y derechos humanos.

El trabajo en las aulas no debe quedarse en el mero conocimiento. Hay que impulsar y dar herramientas para hacer que las personas sean interventoras del cambio social. Casi el 90% de este grupo de alumnos y alumnas piensan que ellos y ellas desde Albacete pueden defender el derecho a la salud de todas las personas. Pero sabemos que poder no es sinónimo de hacer, ni de querer, ni de involucrarse, ni de comprometerse porque cuando puedo hacer algo, no significa que lo esté haciendo. Es necesario transformar ese pensamiento solidario en acción solidaria. Que puedan proyectarse como futuros voluntarios/as en causas de justicia social. Respecto a ello, Médicos del Mundo, además de sensibilizar, predica con el ejemplo, ya que los voluntarios y voluntarias de la asociación, participan, se implican, proponen, actúan. Como Pura Quintanilla, una de nuestras voluntarias en Albacete que según expresa ella misma: “soy voluntaria porque creo en la solidaridad, en el altruismo, en la generosidad, en la empatía con los desfavorecidos, en resumen creo en la justicia social. … es el momento de participar en un tipo de voluntario activista que busca un cambio en la exclusión y que denuncia las condiciones que la producen y que lucha porque estas desparezcan.”

Pura, junto con otras personas voluntarias, ha participado en la realización de los talleres. “Estoy segura que, si no todos, algunos interiorizaron el mensaje y eso ya es mucho, muchísimo. Esto es un principio de un largo camino que nos queda por recorrer.”

Seguiremos en el camino, recogiendo todas aquellas piedras que molestan y dificultan el desarrollo saludable de las personas. Seguiremos el camino de los y las estudiantes para que sean más conscientes del mundo en el que vivimos, el camino de las personas refugiadas, para alzar su voz y les oigan desde lejos, el camino de las personas excluidas para visibilizarlas y dejen de estar al margen y el camino de aquellos que viven en otras partes del mundo a los que no conocemos pero igualmente nos importan.

Este proyecto se está realizando gracias a la financiación del Ayuntamiento de Albacete.

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