Esta historia nació hace ya algunos meses. Casi sin darnos cuenta se fueron incorporando nuevas personitas al grupo de voluntariado de Albacete. Personas diferentes, con distintas profesiones, gustos, edades y colores. Personas inquietas, sedientas de justicia, de ganas de sumar, de conseguir ese mundo que desde hace tiempo sólo soñamos. Personas activas que reivindicamos unos Derechos que a veces se escriben con tinta invisible. Voluntaria/os orgullosa/os de serlo pero es que, de alguna manera, lo necesitamos en nuestras vidas. Dejar a un lado la ignorancia y decidir romper amarras. Defender “tu corralito” pero también el de un desconocido. Denunciar con las manos en alto pintadas en colores intensos. Conocer, aprender, explorar, descubrir… Puede resultar vertiginoso, pero les aseguro que el camino es apasionante y muy, muy enriquecedor. Lo mejor, que siempre viajarás acompañada/o.
Para terminar, les dejo con el testimonio de esas personitas que forman parte de este grupo y hacen así su razón de ser. Disfruten y… ¡SALUD PARA TODAS/OS!
Antonio J. Cepillo Boluda, 30 años.
“Ser voluntariado es aprender a conjugar verbos como compartir, ayudar, colaborar y trabajar en equipo. Ser voluntario es manejar el tiempo de la solidaridad y del compañerismo. Ser voluntario es ponerse en la piel del otro”
Jesús Igualada, 25 años.
«No podemos ser náufragos a la deriva lamentándonos por las cosas que fragmentan nuestras convicciones, había que construir un barco y ponerlo a navegar. Me siento feliz de pertenecer a ese barco de voluntarios, ver como cada día se hila un trozo más de esa vela tejida de sueños en contra de la desigualdad social, a favor de la sanidad universal, me identifico con mi gran familia como ciudadana, mujer, médico e inmigrante. Dejar de pensar, decidirse a actuar.»
Andrea Arciniegas, 32 años.
“Para mi ser voluntaria es sentir que siempre se puede hacer más, que no tienen por qué ser cosas complejas. Pequeñas acciones por muy insignificantes que puedan parecer, pueden causar un gran efecto, simplemente teniendo la convicción de que lo que uno hace o por lo que uno lucha vale terriblemente la pena…”
Miriam Cerdán Millán, 27 años
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