Nicolás Dotta, coordinador de país en Sierra Leona

Como muchos de los países de África, la economía de Sierra Leona está creciendo. Según datos del Banco Mundial, lo hace a un ritmo de entre el 5 y el 6 % anual los últimos 5 años, gracias al rendimiento del sector de la minería.

Solo con observar el desarrollo del comercio en Freetown, donde proliferan restaurantes de moda, hoteles, tiendas de marcas de alta gama, edificios en construcción y los coches de lujo que circulan por sus calles, se puede tener la idea de un país que crece, que levanta cabeza y que acaba de convocar las segundas elecciones democráticas desde el fin de la guerra.

Pero el pulso de las grandes ciudades y los buenos indicadores macroeconómicos muestran una falsa realidad: la de un país en el que la mayor parte de la sociedad está excluida, y la vida de sus gentes transcurre al margen de los beneficios de los que gozan unos pocos. Cuando la injusticia social es tan evidente como aquí, el sistema colapsa. Esta vez no ha sido la guerra. Esta vez ha sido el cólera. No podía ser otra enfermedad más representativa que el cólera, la enfermedad de la pobreza, de los que no tienen agua, de los que no tienen siquiera una letrina, de los que viven hacinados a orillas de los ríos.

A partir de la declaración de la epidemia y de la emergencia nacional el pasado mes de agosto, Médicos del Mundo activó un equipo de emergencia que puso en marcha un Centro de Tratamiento del Cólera, formó al personal sanitario, instaló una potabilizadora, suministró medicamentos, reforzó la vigilancia epidemiológica y activó una campaña de educación para la salud. Hoy que ya la epidemia está controlada y en su fase final, estamos trabajando en la elaboración de un Plan de Contingencia, para aprender de la experiencia y dejar capacidades adquiridas en una zona donde la enfermedad es endémica.

La epidemia ha afectado a 25.000 personas y se ha llevado por delante 300 vidas. El 80 % de los afectados se localiza en los alrededores de Freetown, a la sombra del brillo de la capital; y en el ámbito rural, donde se encuentran las mayores cuencas mineras. Es decir, donde se producen los mayores beneficios económicos del país.

El tratamiento de cólera es sencillo y relativamente económico. Pero prevenirla implica inversiones en agua, saneamiento, salud, educación y mejora de las condiciones de vida. A esa mejora a largo plazo quiere contribuir Médicos del Mundo a través de los proyectos de desarrollo, en primer lugar, y de la asistencia directa cuando sea necesaria.

Sierra Leona, una historia marcada por la tragedia

Sierra Leona y sus habitantes tienen una historia marcada por la tragedia, como uno de los pueblos más afectados por los mercaderes de esclavos. Sierra Leona no nació como país hasta 1791, cuando -al igual que su país vecino, Liberia- fue fundada por el establecimiento de esclavos liberados, mayoritariamente provenientes de los campos de algodón del sur de los EEUU, que crearon la ciudad de Freetown, actual capital del país.

Después de la esclavitud, llegaría el colonialismo, en este caso británico. En esos momentos del siglo XIX Europa vivía uno de sus momentos de mayor desarrollo económico y África era la reserva de materias primas a costos mínimos que la industrialización requería, lo que convirtió en una nueva forma de opresión para el país.

En 1961, Sierra Leona declara su independencia. Las dos décadas siguientes, estuvieron marcadas por la inestabilidad política y social, y las marcadas diferencias entre los Criollos, los habitantes de Freetown – llamada entonces la Atenas del África- educados y más beneficiados por la cultura anglosajona, y las dos principales etnias del antiguo protectorado, los Mendes del Sur y los Temnes del Norte, que lejos de los progresos de la ciudad capital, sólo conocieron el sometimiento como mano de obra barata para la explotación de las inagotables riquezas de estos suelos.

En los años 90 se desata la denominada por Hollywood como “guerra de los diamantes de sangre”. En una sociedad dividida como consecuencia de siglos de colonialismo y esclavitud, la ambición de empresas occidentales por hacerse con el control y explotación de las ricas canteras mineras de oro, diamantes, hierro, aluminio y titanio desestabilizó el país. Corrupción y estado fallido. Rebeldes, guerrilleros, milicianos, mercenarios y golpes de Estado. La guerra civil.

Sierra Leona sufrió durante diez años una de las guerras más atroces que la historia reciente conozca. Se produjeron las más terribles violaciones de los derechos humanos. Entre 10.000 y 15.000 civiles perdieron la vida asesinados por diferentes ejércitos, dos millones de desplazados (la mitad del país) y el 15 % de las mujeres violadas. En una década, Sierra Leona se convirtió en el país más pobre del mundo, con el 66% de su población viviendo por debajo de la línea de la pobreza.

Médicos del Mundo en Sierra Leona, una década juntos

Hoy, la esperanza de vida al nacer en Sierra Leona es de 47 años. La mortalidad infantil alcanza el 114 por mil – 174 por mil en menores de 5 años-. La mortalidad materna es de 874 por 100.000 nacidos vivos y la prevalencia de tuberculosis de 847 por 100.000. En el ámbito rural, solo 30 de cada 100 personas tienen acceso a letrinas o a saneamiento básico. El 60% de las muertes se deben a infecciones respiratorias, diarreas, malaria y complicaciones perinatales. Según datos de Unicef 2010.

Médicos del Mundo está presente en Sierra Leona desde el año 2002. Desde entonces ejecutamos intervenciones de emergencia y proyectos de desarrollo y fortalecimiento institucional, especialmente orientados a mejorar la atención primaria de salud, la salud sexual y reproductiva y los sistemas de agua y saneamiento en las comunidades del Distrito de Port Loko, al suroeste del país. Más recientemente emprendimos proyectos similares en el Distrito de Koinadugu, el más extenso, menos desarrollado y más aislado del Norte del País, en la frontera con Guinea Conakry.

En este distrito estamos desarrollando en estos momentos un proyecto para fortalecer los servicios de salud sexual y reproductiva, financiado por la Unión Europea y la Diputación Foral de Bizkaia.

En contraparte con el Ministerio de Salud de Sierra Leona y la Dirección Distrital de Salud, trabajamos también en la construcción, rehabilitación y equipamiento de centros de salud, en la formación continuada de su personal y prestamos apoyo técnico en departamentos claves como la vigilancia epidemiológica, y el seguimiento y evaluación de los Programas.

Promovemos la conexión entre las comunidades y los servicios de salud, mediante la creación de una red de 800 voluntarios promotores de salud, comités de salud comunitarios y comités de muertes maternas. Lo que pretende esta red comunitaria es promover la salud, como un elemento propio de las personas y sus comunidades, desde un enfoque intercultural.

Complementariamente, en la Comarca de Neini, estamos ejecutando un programa financiado por el Principado de Asturias y los ayuntamientos de Oviedo, Avilés, Langreo y Siero. Los objetivos de este proyecto son similares al anterior, pero focalizándonos en una única comarca e incorporando el acceso al agua y saneamiento básico en las comunidades. Al mismo tiempo, intentamos promover los hábitos básicos de higiene desde la edad escolar con une proyecto es acompañado en la misma comarca financiado por el Ayuntamiento de Carreño.

Y por último, especial atención nos demanda la inaceptable situación de violencia contra la mujer y la niñez, para lo cual nos proponemos la creación de una red socio-sanitaria para apoyo a víctimas de la violencia de género.

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