Marco Rangil acaba de regresar del distrito de Koinadugu en Sierra Leona donde de la mano de Médicos del Mundo se ha encargado de concienciar de las medidas para atajar la epidemia
Marco Rangil en Kabala.

El soriano Marco Rangil  es uno de los encargados de concienciar, de la mano de Médicos del Mundo, de las medidas higiénicas a tomar para evitar el contagio del ébola en Sierra Leona, donde en las últimas semanas se ha recrudecido la situación. Trabaja como administrador de proyectos para la institución en el país africano, y señala que lo principal para prevenir el contagio «es concienciarlos de lavarse las manos con lejía o cloro» sobre todo es imprescindible no entrar en contacto directo con personas enfermas, ni con los cadáveres, ya que lavar y velar a los fallecidos, es una práctica tradicional en la cultura del país,  así mismo «evitar comer carne de caza». Acaba de regresar esta semana  de Kabala en el Distrito de Koinadugu, la localidad donde estaba cumpliendo la misión y una vez cubierto el plazo previsto. Declara que en su regreso no ha tenido nada que ver el recrudecimiento de la enfermedad, y reclama más ayuda para luchar con la epidemia.

Llevaba desde mayo del año pasado trabajando en un proyecto de salud, centrado en la atención de sexual y reproductiva. «En marzo de este año se empezaron a dar los primeros casos y hemos estado sensibilizando a la gente en las comunidades de Koinadugu para hacer frente a la epidemia, que con el tiempo se ha visto que ha ido a mayores».
Según Rangil el principal error para atajar el problema «es que en sitios como España la mayor preocupación es si la epidemia va a llegar aquí, pero se pierde la perspectiva y lo que realmente importa es por qué hay más de 1.000 muertos por ébola. Atajemos el problema de raíz. Ayudemos al país de origen. La forma de solucionarlo no es cerrar fronteras, sino ir a resolverlo al país do origen». Concluyó que «en España la alerta ha sido porque una persona ha sido repatriada. La atención que se le ha dado al problema es desde un punto de vista sensacionalista y egoísta para que no nos traigan a nadie con la enfermedad. Contamos con esa actitud egoísta, y para atajar esto hay que solucionar el problema en África», sentenció.
Explicó que «a medida que ha ido pasando el tiempo el control de la enfermedad se ha hecho más complicado en Sierra Leona, por lo que se decidió hacer más hincapié en la prevención del ébola y se ha puesto en marcha en un proyecto específico. Yo estuve implicado en el inicio de este proyecto, pero como mi misión tenía que ver con otro proyecto de desarrollo que ya terminó, y no es conveniente tener mucho tiempo a la gente allí, se me ha dado un relevo». Gracias en buena parte a la sensibilización que se hace en las aldeas Koinadugu es el único distrito en el que de momento no se ha dado ningún caso positivo de ébola en Sierra Leona, «si bien nosotros no pensamos atención a enfermos de ébola. Nosotros prevenimos».
«El mayor problema es que al producirse la enfermedad en un contexto tan débil como Sierra Leona es una bomba. Los medios para atajar la enfermedad no son los suficientes. No hay capacidad. En España si se produce un caso de esta enfermedad no llega por asomo a la magnitud que llega allí porque hay medios para atajarlo», explicó Rangil.
Declara que una de las medidas que se ha empezado a tomar en el país africano es la restricción de movimientos de población entre distritos «con el fin de intentar contener los para que el problema no se siga expandiendo, si bien es difícil en un país con comunicaciones muy precarias y fronteras muy permeables. El esfuerzo es grande, pero no hay medios», concluyó.
J. M. SORIA  23/08/2014. DIARIO DE SORIA
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