La reforma sanitaria representa un grave error de previsión, una regresión en el marco de derechos humanos, y un radical cambio del modelo de sanidad pública español.
Cada día que pasa se hace más urgente la derogación del RDL y la restitución de la universalidad del acceso a la asistencia sanitaria conforme a la Ley General de Salud Pública.

Radiografía de la reforma sanitaria : La Universalidad de la Exclusión

Nuestro análisis del impacto refleja las siguientes conclusiones:

  • El Real Decreto Ley 16/2012 es injusto y atenta contra los derechos humanos, en particular, el derecho a la salud.
    Desde el 1 de septiembre, el sistema sanitario español ha expulsado a cientos de miles de personas a las que se les ha retirado la tarjeta sanitaria por razón de su origen, nacionalidad y su estatus administrativo.
    Su aplicación incrementa la desprotección y la exclusión de los grupos de población más vulnerables: las personas extranjeras en situación administrativa irregular sin recursos, con enfermedades crónicas, con enfermedades mentales, con enfermedades especialmente dolorosas, con discapacidades; mujeres víctimas de violencia de género, inmigrantes sin permiso de residencia…
  • El Real Decreto Ley 16/2012 no es eficiente, no ahorrará dinero.
    Si con la aplicación de la reforma sanitaria se trataba de potenciar el ahorro de cara a cubrir la deuda que arrastra la Sanidad pública, cifrada en 16.000 millones de euros desde hace años, ¿por qué se ha decidió la exclusión del Sistema Nacional de Salud precisamente al colectivo que menos uso hace de los servicios sanitarios?
    Antes de septiembre de 2012, el gobierno preveía que la aplicación del RDL supondría la retirada de la tarjeta sanitaria a unos de 153.000 inmigrantes irregulares y esto permitiría ahorrar alrededor de 500 millones de euros. Más recientemente, Plan Nacional de Reformas de España (PNRE), presentado a las instituciones de Bruselas se informa que se ha dado de baja casi 900.000 tarjetas.
    Sin embargo, el cálculo que parece que no se ha hecho es el del incremento del gasto provocado por limitar el acceso a atención sanitaria únicamente por la vía de urgencias.
  • El Real Decreto Ley 16/2012 marca un retroceso en un modelo que, aunque mejorable funcionaba bien, y era un ejemplo a seguir en el ámbito internacional.
  • La reforma sanitaria introducida no es efectiva desde el punto de vista sanitario –y muy específicamente desde un enfoque de Salud Pública-.
  • El Real Decreto Ley 16/2012 incumple pactos y compromisos de alto nivel adoptados por España en el ámbito internacional
  • La falta de claridad en la normativa ha provocado caos y asimetría en la aplicación