Hace tiempo que se conoce que la salud depende de numerosos factores que tienen que ver con nuestras condiciones de vida, como la vivienda, el transporte, el empleo, la cultura, la educación, la calidad del medio ambiente, las posibilidades de ocio o la protección social a nuestro alcance. A su vez, estas condiciones están marcadas por las desigualdades que existen en nuestra sociedad, lo que sitúa en peor situación de salud a las personas más pobres y con menor capital social, con un claro gradiente de género.
La posibilidad de modificar estos factores determinantes de la salud está en manos de las fuerzas políticas, sociales y económicas, sobre las que tenemos la responsabilidad de influir si queremos que la salud sea un derecho efectivo para todas las personas.
En este primero de mayo, Día Internacional del Trabajo, queremos destacar el peso que el empleo y las condiciones de trabajo tienen sobre la salud; y llamar la atención a los sectores políticos y económicos sobre la urgencia de invertir la situación de desempleo y precariedad laboral que se ha instalado en nuestra sociedad, por su negativo impacto sobre la salud de la población actual y las futuras generaciones.
Hoy día existe suficiente evidencia científica sobre la mayor mortalidad de las personas desempleadas respecto a las que tienen empleo; el incremento en la tasa de suicidios, la mayor incidencia de ansiedad y depresión, así como el mayor riesgo de enfermedades cardíacas. No es sólo que las circunstancias de pobreza material derivadas del desempleo sean dañinas para la salud; el significado social también cuenta. Como seres sociales que somos, necesitamos crecer personalmente y ante los demás, sentir estima y reconocimiento, a través de un trabajo que sabemos valioso para la comunidad.
Por eso, hoy queremos hacer hincapié en la necesidad de modificar las políticas que están situando a España entre los peores puestos de Europa en nivel de desempleo, precariedad laboral y brecha salarial, con un fuerte impacto sobre las mujeres y la población juvenil. Al mismo tiempo, reivindicamos políticas de protección y promoción laboral hacia las personas que sufren especial discriminación en este ámbito, como las personas trans o las personas seropositivas, y de lucha contra la explotación laboral de las poblaciones más vulnerables, incluida la población inmigrante.
Es nuestro compromiso y nuestra responsabilidad, porque defendemos el derecho a la salud para todas las personas, en igualdad de oportunidades, y combatimos todas las enfermedades, incluida la injusticia.
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El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU llamó recientemente al Gobierno a dar por concluidas las medidas de austeridad y a modificar las políticas que están provocando esta situación de desempleo, precariedad laboral, pobreza y desigualdad, haciéndose eco de la evidencia aportada por el informe paralelo remitido al Comité por el Center for Economic and Social Rights (CESR), Médicos del Mundo y 34 organizaciones españolas. (ir a noticia).
Con motivo del Día Internacional del Trabajo, un colectivo de mujeres transgénero de Barcelona, apoyado por Médicos del Mundo, impulsa una acción para reducir su discriminación en el ámbito laboral bajo el título #estamospreparadasytú? (ir a noticia).
