Compañero Paco Rabé, llegaste a Médicos del Mundo porque siempre fuiste un luchador contra la injusticia y el lema de nuestra organización parecía hecho para ti: “Combatimos todas las enfermedades, incluida la injusticia”. Desde tu militancia sindical en la fábrica desde muy joven, hasta la defensa del derecho a la salud de las personas más vulnerables, tu vida ha sido una lucha por los derechos humanos. Hiciste de la sencillez y la honestidad esencia de tu persona. Pocas personas tan honestas hemos conocido. No olvidaremos tu fuerza y tu capacidad de trabajo. Y siempre esa sonrisa. ¡Cómo nos hemos reído, compañero! ¡Y llorado! Hemos vivido mucho juntos, casi media vida, casi una vida entera. Ahora cuesta mucho despedirte. Una de esas injusticias te ha llevado a traición. Como somos torpes con la palabra, pedimos prestados los versos de Benedetti en su poema dedicado al Che: “donde estés, si es que estás, si estás llegando, aprovecha por fin a respirar tranquilo, a llenarte de cielo los pulmones. Donde estés, si es que estás, si estás llegando, será una pena que no exista Dios. Pero habrá otros, claro que habrá otros dignos de recibirte”. No te decimos adiós, sino hasta siempre, compañero.
Valentín Márquez.