La ayuda que prestan los cooperantes en los países del Mediterráneo debido a la crisis migratoria ha sido fundamental en el viaje que los refugiados emprenden hacia los países del centro de Europa. Pero no sólo es importante la atención médica de las heridas sino también la ayuda psicológica después de iniciar la ruta en solitario o de perder a un familiar.
La llegada masiva de refugiados ha hecho que la isla de Lesbos, que cuenta con una población de unos 85.000 habitantes, haya sido uno de los puntos de recepción de refugiados más importante durante la crisis que comenzó en agosto. «Es el primer lugar donde se les da información, donde les prestamos ayuda médica y psicológica. Es su primer hogar en Europa», ha afirmado uno de los cooperantes de Médicos del Mundo en la isla, Ricardo Angora. La situación en la que llegan los refugiados …
Angora participa en la atención psicológica que desde Médicos del Mundo prestamos a las personas refugiadas en la ciudad de Moria, en el sur de la isla. «Muchas personas llegan a Lesbos con una situación de estrés, agotados y eso les afecta en su manera de actuar. Por ello el tratamiento psicológico en esta crisis es imprescindible«, ha declarado. La tarea de este tipo de cooperantes es la de conseguir que los solicitantes de asilo que llegan a la isla «se sientan apoyados, que alguien les cuide y que no crean que son unos intrusos».
Pero algunas veces la situación se agrava. En torno a un 25 por ciento de los refugiados que llegan sufren alteraciones mentales por la pérdida de un ser querido. «Es duro ver como se le informa a una persona de que ha aparecido el cadáver de su hijo. En este tipo de situaciones muchas personas, además de ayuda psicológica, necesitan tranquilizantes y ansiolíticos», ha afirmado Angora, mencionando el caso de una madre que recibió la noticia de que su hijo de 26 años, desaparecido, había fallecido.
El invierno agrava la situación
A pesar de la llegada del frío, en octubre se ha registrado una cifra récord de llegadas de refugiados a Grecia. Unos 218.000 refugiados han cruzado el Mediterráneo para alcanzar su sueño de llegar a Europa según ACNUR, tantos como en todo 2014. Ricardo Angora cree que la razón fundamental por la que se están batiendo récords de llegadas en las últimas semanas es la inminente llegada del invierno, la cual hace que muchos hayan acelerado su viaje para evitar las malas condiciones climáticas.
Estas condiciones provocan que muchos lleguen en situación de hipotermia», ha informado Angora. Ante esta situación, se han construido cabañas y edificaciones donde puedan alojarse «mientras esperan poder ser atendidos en el registro para poder coger un ferry hacia Atenas y desde allí seguir su viaje hasta Alemania».
Además, ante esta cifra récord de llegadas, la frecuencia de los ferrys que conectan a los refugiados desde Lesbos hasta el puerto de El Pireo, en Atenas, ha aumentado. «Actualmente, dependiendo del día, son dos o tres los ferrys que salen desde el puerto de Lesbos a Atenas y en cada trayecto pueden transportar a unos 1.800 refugiados», ha afirmado el cooperante.
Pero los voluntarios y cooperantes se esfuerzan en que todos ellos no pasen frío ya que reparten ropa de abrigo, mantas, prendas para poder protegerse de la lluvia y calzado, mientras se refugian en las cabañas que se han construido en la isla.
Los griegos también prestan su ayuda
Miles de voluntarios y cooperantes de ONG han llegado a las islas griegas desde que comenzaron las llegadas masivas de refugiados en agosto. Aunque no han sido los únicos que han ayudado en las tareas de rescate y de atención a los refugiados, ya que los habitantes de la isla también se han volcado con los refugiados que llegan día a día en diferentes embarcaciones.
«Desde que llegué a la isla, hace tres semanas, no he visto reacciones de rechazo hacia los refugiados. Todo lo contrario. Los vecinos les dan ropa y alimentos a las personas que llegan al norte de la isla, muchos se han volcado con ellos ante esta situación», ha declarado Angora.
Los voluntarios que se encuentran en la isla no sólo son europeos sino que han llegado desde diferentes partes del mundo. «Hay gente muy joven que viene a la isla desde lugares muy lejanos como Australia, que ante esta crisis han decidido viajar a Lesbos por su cuenta», ha informado. Muchos de ellos también ponen en marcha campañas a través de las redes sociales para recaudar dinero y así ayudar a las personas que lo necesitan.
Los niños los que más sufren
El 20 por ciento de los refugiados que han llegado a Europa a través del Mediterráneo en lo que va de año son menores de edad. Muchos llegan solos al continente y necesitan un tipo de ayuda diferente a la que reciben los adultos.
Angora ha afirmado que la ayuda que reciben depende de la edad que tenga el menor. Los niños que no superan los cinco años «tienen que sentirse seguros, necesitan a una persona a su lado para tener una estabilidad». A los menores en edad escolar, entre los 6 y los 14, se les intentan dar «respuestas sencillas, mantenerles entretenidos y que de esta forma retomen la normalidad».
Aunque la situación más difícil la viven los adolescentes que llegan solos a la isla o que han perdido a sus familiares durante la travesía entre Turquía y la isla de Lesbos. «Se les ayuda a que controlen sus emociones, que no lleguen a recurrir a reacciones que puedan perjudicarles». Actualmente unos 50 adolescentes se encuentran en centros especiales que se han instalado en la isla, ya que según ha declarado Angora «son personas muy vulnerables y si no son protegidos pueden llegar a ser objeto de abusos por parte de algunas organizaciones que se aprovechan de su situación».
Una solución política
Más de 500 personas han muerto en su intento de llegar a la isla en lo que va de año, una de las travesías más mortíferas de toda la ruta migratoria. «A Lesbos llegan hasta 3.000 o 4.000 personas al día. Hay que mantener una organización para que la situación no se convierta en un caos«.
Ante esta situación, Angora cree que la solución para resolver esta situación no sólo pasa por la ayuda humanitaria que las ONG como Médicos del Mundo aporta en el lugar, sino que debe plantearse a través de la política. «La llegada de estas personas a Europa no es legal, pero es legítima. Arriesgan su vida para llegar a los países europeos, por ello hay que enfocar esta crisis en el ámbito humano e informar de la situación que les mueve a llegar a Europa», ha afirmado.