El artículo 14 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que «en caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país». Este texto, en el que se asientan los valores europeos, sigue vulnerándose cada día.
Por eso la histórica escuela de fotografía EFTI ha elegido este nombre para titular la exposición que se inaugura el próximo viernes 17 con imágenes que el fotógrafo Olmo Calvo ha tomado en el último año en la conocida como «ruta de los Balcanes», por la que miles de personas procedentes huían de la guerra hacia Europa. Algunas de estas imágenes resultaron ganadoras de la XIX edición del Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña, que cada año convocamos desde Médicos del Mundo, mientras que otras se tomaron en el transcurso de la beca que recibe el ganador para realizar un proyecto que refleje las actividades de la organización, en este caso la atención a las personas migrantes tanto en las islas del Egeo como en la frontera con Macedonia y en la capital griega.
- Sede de la exposición: C/ Fuenterrabía, 4 Madrid
- Horario: De lunes a viernes, de 9 a 22:00. Sábados, de 10 a 14:30
- Fecha y hora de la inauguración: viernes 17 de junio, 19:30
La muestra se podrá visitar hasta el 27 de julio.
La guerra es una de las principales razones del éxodo de muchos pueblos que arriesgan sus vidas para escapar de las bombas y de sus ciudades en ruinas. Personas procedentes de Siria, Irak o Afganistán abandonan sus casas cada día rumbo a los países del norte de Europa. Familias enteras que caminan, cruzan el mar en lanchas hinchables, viajan en autobuses y trenes aferradas a sus mochilas como únicas pertenencias en un largo camino, lleno de obstáculos, que determinará su futuro. Supervivientes en busca de refugio, que dejan atrás una vida y anhelan otra en el horizonte.
Durante el año 2015 alrededor de 850.000 personas llegaron a Grecia para después continuar rumbo a Alemania, Suecia o Dinamarca, por “la ruta de los Balcanes”. Pero desde que el día 14 de septiembre de 2015 el Gobierno húngaro cerrara completamente su frontera con Serbia instalando una valla con alambre de cuchillas, diferentes países empezaron a aplicar restricciones hasta que, en marzo de 2016, Macedonia bloqueó definitivamente el paso a los refugiados, estrangulando así definitivamente la ruta.
Días después, Europa firmó con Turquía el que se ha calificado como “pacto de la vergüenza”, por el que este país se comprometió a aceptar la devolución sistemática de las personas migrantes y refugiadas que lleguen a Grecia desde su costa.
Pero ningún pacto, ley o alambrada terminan con las causas que provocan esas migraciones. Sólo sirven para mantener lejos a quienes sufren las consecuencias: supervivientes de guerras, bombardeos y situaciones de pobreza que buscan, en Europa, un refugio que se les niega.
En esta exposición se puede ver el desarrollo de estos hechos desde agosto de 2015, cuando “la ruta de los Balcanes” estaba abierta, hasta marzo de 2016, cuando Macedonia cerró su frontera y se aprobó el acuerdo UE-Turquía.
Nuestra organización atención a las personas migrantes y refugiadas a lo largo de todo su trayecto, desde Siria hasta el corazón de Europa. La organización humanitaria ha desplegado equipos sanitarios -incluyendo especialistas en salud mental- en el campo ya desmantelado de Idomeni, en los centros habilitados en las islas del Egeo y en Atenas y Tesalónica, apoyando a quienes huyen del horror y denunciando las condiciones a las que se enfrentan.