Menores no acompañados en Grecia: una situación urgente por resolver

Es necesario resolver urgentemente la situación de los menores no acompañados detenidos en el Centro de Recepción de Moria, en Lesbos.

Queremos expresar nuestra profunda preocupación por los recientes incidentes ocurridos entre menores no acompañados detenidos en el Centro de Recepción e Identificación de Moria, en la isla griega de Lesbos.

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Recientemente se registró un conflicto entre menores de origen sirio y paquistaní. Como consecuencia de la pelea, hubo heridos y algunos de ellos tuvieron que ser trasladados al hospital.

Aunque últimamente se ha contabilizado un ligero incremento en el número de plazas en las estructuras de acogida de Lesbos, 140 menores no acompañados permanecen todavía en Moria con libertad restringida desde hace cuatro meses. Un colectivo especialmente vulnerable que se incrementa gradualmente. A pesar de los esfuerzos continuados por incluir más actividades en los programas que siguen estos jóvenes y adolescentes, la prolongada estancia en condiciones de confinamiento les ha provocado un serio deterioro de su salud mental. Es muy significativo el creciente número de ellos que presentan ataques de pánico.

Nuestra organización recuerda que la restricción de la libertad personal de los menores sólo debería permitirse por un periodo de tiempo mínimo y sólo por razones relacionadas con el tiempo necesario para su registro y referencia a otros alojamientos más adecuados.

Los niños y niñas migrantes y refugiados –que llegan a Europa tras extenuantes y peligrosos viajes- deben ser tratados como lo que son, sujetos de derechos, y no como infractores de las leyes migratorias.

Por este motivo, apelamos a las autoridades responsables a coordinar sus acciones para encontrar una solución inmediata para los menores no acompañados, empezando por su salida del centro cerrado de Moria. Al mismo tiempo, pedimos que se intensifiquen los esfuerzos para abrir nuevos establecimientos de atención a nivel local y central en Grecia y que se adopten distintas modalidades de alojamiento para los menores no acompañados, como las familias de acogida, un recurso ampliamente empleado en el resto de Europa.