Análisis del año

Garantizar el acceso universal a la salud y a unas condiciones de vida sanas constituye el núcleo de nuestro mandato. Trabajamos con personas vulnerables y podemos dar testimonio de cómo factores sociales, económicos y políticos –determinantes- son críticos para la salud. Muchas personas continúan sin disfrutar de este derecho, no solo en países de bajos recursos, conflictos, epidemias, desplazamientos humanos o desastres naturales, sino también en aquellos lugares en los que se ha alcanzado formalmente la cobertura sanitaria universal.

En nuestro país, se aprobó en julio el esperanzador RDL 7/2018 que regula la atención sanitaria, restituyendo la cobertura sanitaria universal (CSU) que el RDL 16/2012 dejó en suspenso seis años atrás. Sin embargo, esta regulación no ha resultado ser una medida suficiente para llegar a un alto porcentaje de la población. Tenemos que seguir insistiendo en que la salud es un derecho de todas y todos. Para garantizar la equidad debemos basarnos en sistemas públicos universales con cargo a impuestos, y esa universalidad es la que realmente hace sostenible el sistema.

El 23 de septiembre de 2019, todos los Estados miembro de las Naciones Unidas adoptaron una declaración política sobre la salud universal. En ella se acordaron compromisos en el marco de la estrategia derivada de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El compromiso con la cobertura sanitaria universal para 2030 implica que "todas las personas y comunidades pueden utilizar los servicios de salud promocionales, preventivos, curativos, de rehabilitación y paliativos que necesitan, de calidad suficiente para ser eficaces, al tiempo que se garantiza que el uso de estos servicios no exponga al usuario a dificultades financieras". 

A pesar de ser un avance, hay que destacar un aspecto muy importante: la declaración de CSU ha excluido de forma premeditada la mención de los derechos sexuales y reproductivos. Estos son un componente clave del derecho a la salud y del desarrollo sostenible y una condición necesaria para la igualdad de género y la no discriminación. Si la CSU se basa en el principio de no dejar a nadie atrás, es imprescindible que se incluyan, de forma explícita, todas las necesidades específicas de mujeres y niñas como un componente prioritario.

Aunque la sanidad es el tercer problema que más afecta a la población, por detrás del paro y de los problemas económicos -como revela el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de abril-, es, de hecho, la gran ausente de los discursos electorales.

Desde nuestro enfoque basado en género y derechos humanos, la salud es una garantía fundamental. Toda persona tiene derecho al más alto nivel posible de salud en su sentido amplio, más allá del concepto de CSU:

  • Reconociendo que los determinantes influyen fuertemente en la salud de las personas y las poblaciones. Incluyendo la salud en todas las políticas, más allá del estricto sistema de salud o protección social.
  • Aplicando un enfoque centrado en las personas y en la comunidad y estableciendo mecanismos formales de participación y diálogo inclusivos y accesibles. Fomentando el empoderamiento de personas y comunidades para que reclamen sus derechos.
  • Asegurando que nadie quede atrás, priorizando los derechos de las personas en mayor riesgo. Estableciendo que los Estados tienen la obligación de prestar atención y apoyo especialmente a los grupos vulnerables para que disfruten de sus derechos al mismo nivel que toda la población.
  • Abordando todas las formas de discriminación o exclusión de la salud y los servicios públicos, no solo los financieros.
  • Garantizando el derecho a la salud en lugar de un nivel mínimo de cobertura sanitaria, y que los criterios de rentabilidad no limiten los niveles de cobertura.


Pero, además de nuestra lucha política por la salud como derecho, 2019 también nos ocupó en muchos más asuntos. Seguimos trabajando en 21 países o territorios y con la red internacional en cerca de 60. Estamos presentes en crisis de salud agudas y crónicas, acompañando a las poblaciones en su camino a disfrutar del derecho a su propia salud.

En Mozambique, el ciclón Idai dejó un tercio del país anegado, cientos de víctimas y miles de personas desplazadas. Un equipo de la red internacional de Médicos del Mundo, con nuestra delegación a la cabeza, se desplazó en su primera misión conjunta para desarrollar una intervención rápida y eficaz. Asimismo, aportamos a la primera salida del equipo START de la cooperación española dos personas, una experta en género y otra en salud mental. Una vez apagados los focos mediáticos, seguimos y seguiremos allí, trabajando para la población.

Como muchos otros países en los que nuestra presencia se prolonga, nos duele especialmente el sufrimiento de sus gentes. Nuestra labor se centra en la prevención de la violencia de género colaborando con el gobierno local en el desarrollo de programas integrales que hagan frente a esa lacra.

Este 2019 hemos dicho “adiós” a Nicaragua, donde llevábamos 20 años trabajando. Decenas de proyectos y un enorme capital de recursos humanos y materiales avalan nuestra presencia como un actor de la sociedad civil más, ligado a la transformación social del país. Por desgracia, los acontecimientos relacionados con la represión del Gobierno y la violación de los derechos humanos fundamentales, nos obligaron a cerrar -esperemos que temporalmente- nuestros proyectos en el país. Desde aquí queremos rendir un sincero homenaje a todas las personas que trabajaron allí y al equipo local, que, congruentes con nuestros principios y a pesar del coste personal, tomaron decisiones dolorosas compartidas y apoyadas desde España en un ejemplo de participación.

Seguimos ampliando nuestra visión en todos nuestros proyectos, dotándolos de perspectiva local e internacional. Un buen ejemplo son las Jornadas hispano-lusas sobre trata con fines de explotación sexual desarrolladas en Sevilla, la jornada “La invención de la frontera: migraciones, migrantes y derechos humanos” celebrada en Madrid, los actos relacionados con el Día de la Mujer o campañas como “Unsung Heroes”.

El planeta nos presenta nuevos retos como el cambio climático y su influencia en la salud de las personas a través del aumento de conflictos, catástrofes naturales, hambrunas y epidemias. Seguimos preparándonos para lo que el futuro nos depara.

Gracias, de nuevo, a las personas que, con vuestro esfuerzo y colaboración, hacéis posible todo esto.

 

 
José felix
José Félix Hoyo Jiménez, presidente de Médicos del Mundo

El planeta nos presenta nuevos retos como el cambio climático y su influencia en la salud de las personas a través del aumento de conflictos, catástrofes naturales, hambrunas y epidemias.
Seguimos preparándonos para lo que el futuro nos depara.

Nos da igual. Lo único que nos importa, es su salud.

Nos da igual. Lo único que nos importa, es su salud.