En Gaza no se debe hablar de conflicto, porque no hay dos partes en contienda; ni se debe hablar de guerra, porque no hay, en rigor, dos ejércitos ni campo de batalla. En Gaza se han superado todos los precedentes en cuanto a la violación del Derecho Internacional Humanitario: cientos de bajas entre el personal humanitario y entre el personal sanitario; destrucción masiva, sistemática e intencionada de las infraestructuras sanitarias; utilización de la interrupción en el suministro de agua potable y de la hambruna como armas de guerra; bloqueo total de la ayuda humanitaria por la potencia ocupante, …; no parece haber límite ni posibilidad de imponerlo. 

En medio de este horror hemos mantenido la actividad en Gaza y en Cisjordania, gracias al compromiso del personal local, y también a través de la organización sanitaria palestina Jozuur. 

Tampoco hemos cesado en el testimonio, en la denuncia y en la incidencia política, a nuestra manera y manteniendo el relato y el lenguaje propios de la acción humanitaria, con la mirada puesta en la seguridad, en las expectativas, e incluso en los límites recomendados por el personal palestino de Médicos del Mundo. Son numerosas las acciones en la calle y en los centros sanitarios, a la vez que los comunicados y la incidencia política, tal y como se refleja en esta Memoria Anual. 

No obstante, si bien la situación en Gaza tiene rasgos particulares en el plano geopolítico e histórico, la situación humanitaria en Sudán tras más de dos años de combates ha provocado la crisis de desplazados más importante del mundo y una hambruna que afecta a más de la mitad de la población. Trabajamos en Sudán del Sur desde 2017, donde el conflicto y la guerra también afecta a su población y esperamos financiación para el sostenimiento de la misión.  

Ocurre igual en Mozambique, aunque con matices diferentes, donde por falta de recursos, duele tener que cerrar nuestra misión humanitaria en el norte del país.  

Sin embargo, sí que mantendremos misiones, importantes y efectivas, en Ucrania, en el Noreste de Siria, en los Campamentos de población refugiada saharaui, en Burkina Faso y en el resto de países o territorios recogidos en esta Memoria. 

En general, es evidente que el componente de Acción Humanitaria (54 proyectos) sigue aumentando con relación al de Cooperación para el Desarrollo (55 proyectos). 

Con relación a la actividad de Médicos del Mundo en España será el año de la DANA en Valencia, una emergencia directamente provocada por el cambio climático, pero agravada por la falta de previsión y por el retardo en la respuesta institucional, que no fue capaz de advertir a la población de la urgencia, de la intensidad y del poder destructivo de los desbordamientos y las riadas. 

Médicos del Mundo ha conseguido organizar una respuesta efectiva y sostenida acorde con las capacidades de la organización, y con un nivel de coordinación ejemplar entre sede territorial y sede central, entre diferentes departamentos, entre el asociativo y el voluntariado con el operativo, y que ha obtenido un elevado reconocimiento social e institucional en la Comunidad Valenciana.  

El otro gran protagonista de la actividad local de la organización ha sido el Programa de Inserción Sociolaboral para Mujeres en Situación de Prostitución (PISL). Sin duda ha sido un año de consolidación y anclaje del proyecto, que será un capital inestimable de conocimiento y experiencia, pero también base organizativa y territorial, para el futuro de la estrategia en prostitución y trata de Médicos del Mundo.  

En la misma línea de lucha contra la violencia de género se enmarcan los proyectos locales contra la Mutilación Genital Femenina que, dadas sus características de interseccionalidad y transversalidad respecto del trabajo local e internacional, así como los buenos resultados, resulta obvio que se deben impulsar y extender a nuevas localizaciones, tanto en el territorio español como acompañando a las misiones internacionales. 

En la Memoria se hace evidente que el trabajo en la protección del derecho a la salud para la población migrante es una constante en la actividad de todas las sedes territoriales; igual que lo es el despliegue de intervenciones de movilización social que, gracias al nuevo Departamento de Movilización y Salud, en coordinación con las sedes autonómicas, han conseguido un impulso para la presencia social de Médicos del Mundo que se hará más visible a partir de este año 2024. 

Finalmente, el trabajo realizado en áreas como comunicación, incidencia política y captación permitió reforzar todas las líneas de trabajo de la organización y enfoques transversales, haciendo más patente y efectivo tanto su impacto social como el retorno para mejorar sus capacidades. 

Con la publicación de la Memoria 2024 no podemos pretender reflejar todo el trabajo de la organización, pero sí recoger, de manera descriptiva y cuantitativa, los resultados en las líneas de producción misional de Médicos del Mundo. 

Pepe Fernández, presidente de Médicos del Mundo