Afganistán

Pese al bloqueo por parte de los talibanes, se ha conseguido ampliar las actividades en el país, incluidas las actividades con mujeres.


contexto

El regreso de los talibanes en 2021 agravó la crisis humanitaria de Afganistán, dejando a millones de personas sin trabajo y en la pobreza. El cambio climático y el colapso económico han sumido a un tercio de la población en una grave inseguridad alimentaria. Las restricciones a la libertad de circulación de las mujeres y al acceso a los servicios perjudican aún más a las mujeres y los niños. La prohibición impuesta en diciembre de 2024 a la formación médica de las mujeres ha paralizado aún más la atención sanitaria. 

La situación se ve agravada por las restricciones a la libertad de circulación, el aumento del riesgo de violencia de género, el trabajo infantil, el matrimonio precoz, las ingentes necesidades de salud mental y apoyo psicosocial, y una cifra estimada de 6,3 millones de personas en situación de desplazamiento prolongado, incluidos los retornados y los desplazados como consecuencia de desastres relacionados con el clima. De hecho, el país ha experimentado una intensificación de la sequía, graves inundaciones y condiciones meteorológicas extremas en medio del agravamiento de la crisis climática mundial. 

Se calcula que en 2025 unos 22,9 millones de personas -más de la mitad de la población afgana- necesitarán ayuda humanitaria. Su frágil economía, muy dependiente de la ayuda humanitaria y las remesas, se enfrenta a retos agravados por la exclusión de las mujeres de las actividades económicas. 14,3 millones de personas tienen un acceso limitado a los servicios sanitarios, especialmente en las zonas de difícil acceso, mientras que hay una enorme escasez de personal cualificado. 


NUESTRO TRABAJO EN 2024

En 2024, la asociación ha aumentado su presencia en el país con la integración de actividades de nutrición en los centros de salud básicos de la provincia de Wardak que reciben apoyo. Además, junto a la Asociación Afgana de Matronas se ha apoyado, mediante formación y capacitación, a las matronas que trabajan en los centros de salud apoyados por MdM. 

En el marco de la autoridad de facto, las actividades de salud mental y apoyo psicosocial siguieron siendo un reto durante 2024, a pesar de que se realizaron 5251 consultas individuales, incluido el seguimiento, en las que el 72% de los beneficiarios fueron mujeres y niñas. Además, 36 969 personas asistieron a sesiones de actividades psicosociales en grupo, en las que el 73% eran mujeres y niñas. 

Formación en Salud Mental y Apoyo Psicosocial en Emergencias con las consejeras de salud de los centros sanitarios de Kabul.