Guatemala

En 2024, al celebrar el 30 aniversario de Médicos del Mundo en Guatemala, agradecemos a las personas que, con su esfuerzo y compromiso, han hecho posible nuestra labor en favor de las comunidades más vulnerabilizadas del país.


contexto

En 2024, Guatemala atravesó un año marcado por desafíos políticos, sociales y económicos complejos. El presidente Bernardo Arévalo, quien asumió el cargo en enero, centró sus esfuerzos en la lucha contra la corrupción y en fortalecer las instituciones democráticas. No obstante, enfrentó una feroz resistencia de sectores vinculados a la corrupción, entre ellos la fiscal general Consuelo Porras, acusada de obstaculizar investigaciones y perseguir a los opositores políticos. A pesar de estos obstáculos, el gobierno logró avances en áreas como la salud y la educación, inaugurando centros de salud y mejorando infraestructuras escolares. Las tensiones entre los distintos poderes del Estado y la creciente desilusión ciudadana, derivada de la falta de resultados tangibles en la lucha contra la corrupción, marcaron el tono del año. 

En cuanto a la desigualdad social, el país siguió lidiando con altos niveles de pobreza. Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) 2023, el 56% de la población vivía en pobreza, de los cuales un 16.2% se encontraba en pobreza extrema. La desnutrición crónica afectó al 46.5% de los niños y niñas menores de cinco años, una de las tasas más altas del mundo. Además, se registraron más de 25 000 casos de desnutrición aguda en niños y niñas hasta octubre de 2024, lo que superó los promedios de años anteriores. La discriminación estructural continuó afectando principalmente a los pueblos indígenas y afrodescendientes, con el 82.3% de la población Maya y el 86.1% de la población Xinka enfrentando privaciones multidimensionales. La violencia contra las mujeres siguió siendo alarmante, con más de 50 000 casos reportados en 2024. También se registraron 46 557 nacimientos de adolescentes de entre 15 y 19 años y 1650 nacimientos en niñas menores de 14 años, reflejando la extrema vulnerabilidad de este grupo. Estos factores subrayan la necesidad urgente de implementar políticas públicas efectivas que aborden la desigualdad y promuevan la justicia social. 

En términos de nutrición, Guatemala también vivió una crisis. En 2024, se reportaron 28 701 casos de desnutrición aguda en menores de cinco años, con 83 muertes relacionadas con esta condición. La desnutrición crónica afectó a casi la mitad de la población infantil, lo que evidencia la persistencia de la inseguridad alimentaria en el país. Los departamentos más afectados fueron Alta Verapaz, Escuintla, San Marcos y Guatemala Sur, que concentraron el 35% de los casos. Esta situación resalta la urgencia de fortalecer las estrategias de prevención y atención nutricional a nivel nacional. 

Además, el país experimentó un aumento del 11.5% en los movimientos migratorios, con cerca de 12 millones de entradas y salidas registradas en sus fronteras. Guatemala continúa siendo un punto de tránsito clave hacia el norte, lo que refleja el carácter crucial de la migración para la economía nacional. Las remesas familiares alcanzaron un récord histórico de más de 21 500 millones de dólares, subrayando la dependencia de muchas familias guatemaltecas de las remesas enviadas desde el exterior. 

Por último, la violencia de género siguió siendo una de las principales problemáticas del país. En 2024, las denuncias por violencia contra la mujer aumentaron un 15% en comparación con el año anterior, alcanzando las 51 659 víctimas reportadas hasta el 25 de diciembre. De estas, 4938 eran menores de edad. El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) atendió a 6469 mujeres por delitos sexuales y a 19 023 por agresiones físicas. Estos datos reflejan la persistencia y gravedad de la violencia de género, destacando la necesidad de medidas más efectivas para proteger y apoyar a las víctimas. 

Equipo de Médicos del Mundo en Guatemala en la conmemoración por los 30 años de trabajo en el país.


NUESTRO TRABAJO EN 2024

En Guatemala, la labor de la organización comenzó en 1994, cuando brindó asistencia y acompañamiento a las primeras personas retornadas y refugiadas guatemaltecas provenientes de México. Con los años, su presencia se extendió a varios departamentos del país, incluyendo Alta Verapaz, Chiquimula, Guatemala, Quetzaltenango, San Marcos, Huehuetenango e Izabal, donde colabora estrechamente con los servicios públicos de salud. A través de esta alianza, la organización fortalece estos servicios mediante la capacitación del personal, la mejora de equipamientos en los centros de salud y el apoyo a los sistemas de información sanitaria. 

El enfoque central de la actividad es el fortalecimiento de la salud pública, siempre con un enfoque integral que promueve el respeto por los derechos humanos y la equidad de género. Actualmente, su esfuerzo se concentra en garantizar el derecho a la salud de diversas poblaciones vulnerables, incluyendo migrantes en tránsito y retorno, solicitantes de asilo, desplazados internos forzados (como niños, niñas y adolescentes no acompañados), víctimas y sobrevivientes de violencia basada en género, así como personas afectadas por la inseguridad alimentaria, la malnutrición y emergencias climáticas. 

En un esfuerzo por empoderar a las comunidades, se trabaja estrechamente con ellas para fortalecer sus mecanismos de prevención y actuación frente a crisis de inseguridad alimentaria y malnutrición. En colaboración con otras organizaciones del sector de protección personal, se proporciona atención en salud física, mental y psicosocial en puntos estratégicos de cinco departamentos. Estas acciones no solo incluyen la asistencia directa a las personas más necesitadas, sino también actividades de sensibilización con la población y labores de incidencia ante las autoridades para generar cambios estructurales. 

Este 2024, la organización celebró el 30 aniversario de su presencia en Guatemala, reafirmando su compromiso con el bienestar de las comunidades más vulnerables del país, siendo una de las oficinas internacionales más antiguas de Médicos del Mundo España. Este logro no habría sido posible sin el esfuerzo, dedicación y compromiso de todas las personas que, a lo largo de estos años, han hecho posible nuestra labor: desde el equipo local hasta los colaboradores expatriados, pasando por las autoridades y comunidades con las que trabajamos de manera constante, así como todos los diferentes donantes públicos y privados que nos han apoyado todos estos años. Agradecemos profundamente a cada uno por su apoyo, su trabajo conjunto y solidaridad, que nos han permitido llegar tan lejos y seguir haciendo una diferencia real en la vida de quienes lo necesitan. Sin su colaboración, no podríamos haber alcanzado estos 30 años de impacto positivo en Guatemala. ¡Gracias por ser parte de esta historia!