UCRANIA
Se ha capacitado a 134 personas en salud mental y apoyo psicosocial para ayudar a las personas a enfrentar los desafíos relacionados con las crisis.
contexto
Tras varios años de guerra, la situación humanitaria en Ucrania sigue siendo crítica. Casi dos tercios de los 3,7 millones de desplazados internos han estado fuera de sus hogares más de dos años, y decenas de miles siguen abandonando sus casas cada mes para escapar de las zonas de primera línea, principalmente en el este y el noreste del país. En octubre de 2024, el número de personas desplazadas seguía siendo de 3,6 millones (OIM, febrero de 2025).
El sistema de atención sanitaria se ha visto muy afectado. Desde febrero de 2022, la OMS ha registrado más de 1200 ataques a centros sanitarios y sul Grupo de Salud identificó que 7,8 millones de personas necesitan asistencia sanitaria humanitaria. Por otro lado, la guerra, sigue exacerbando las dificultades emocionales y psicológicas. Aproximadamente 9,6 millones de personas padecen problemas de salud mental, y el 30% de la población sufre trastorno de estrés postraumático (OMS. Oct.2024). La destrucción de los centros de atención de la salud, unido a la falta de profesionales ha reducido significativamente el acceso a los servicios de salud mental. El Ministerio de Salud estima que 15 millones de personas necesitan apoyo psicológico, y 4 millones necesitarán tratamiento médico para los problemas de salud mental.
NUESTRO TRABAJO EN 2024
Se trabaja en Ucrania desde 2015 para proporcionar asistencia esencial a las personas afectadas por el conflicto. Equipos multidisciplinarios colaboran con los servicios de salud pública, ofreciendo Atención Primaria de Salud, Salud Mental y Apoyo Psicosocial, Cuidados Paliativos y consultas de Salud Sexual y Reproductiva, además de actividades médicas de apoyo a los centros sanitarios (rehabilitación, dotación de material médico y no médico y desarrollo de capacidades).
En un primer tiempo trabajamos en Donetsk y Luhanks, centrándonos en los hospitales y centros de salud que, afectados por la crisis de 2014, sufrían escasez de personal sanitario. Con la escalada de la guerra en 2022 y la pérdida de acceso humanitario en estas regiones, se reorientaron los esfuerzos para responder a las nuevas necesidades ocasionadas por la escalada, concretamente en las regiones de Kyiv, Chernihiv, Kharkiv y Zaporizhia, situadas en la línea del frente y la frontera internacional con la Federación de Rusia y la República de Bielorrusia, albergando una importante población de personas desplazadas.
En 2024, el trabajo se ha centrado en fortalecer el sistema de salud local prestando servicios de salud directos a través de unidades móviles multidisciplinarias, incluyendo consultas de salud sexual y reproductiva, cuidados paliativos y servicios de salud mental. Se ha contribuido al fortalecimiento del sistema salud a través del desarrollo de capacidades para el personal sanitario, de la rehabilitación de centros y de la dotación de equipos, médicos y no médicos.
Además, se ha garantizado el suministro continuo de recursos esenciales, como kits de higiene y dispositivos de asistencia para personas con discapacidad o movilidad reducida.
Se ha puesto especial atención en el desarrollo de las capacidades del sistema de salud local a fin de ofrecer una respuesta durable y fortalecer su resiliencia ante los desafíos actuales, fortaleciendo el liderazgo local, implementado actividades de incentivos y promoción, e impartiendo cursos de capacitación sobre programas de salud mental como: Acción para la Brecha en Salud Mental (29 profesionales médicos mejoraron sus calificaciones, integrando el apoyo de salud mental en los servicios de atención primaria de salud), Gestión de Problemas Plus y Do what Matter (57 personas fueron formadas para organizar sesiones de apoyo grupal para ayudar a las personas a gestionar el stress y mantenerse centradas en lo que realmente es importante, a pesar de la incertidumbre y el caos que la guerra puede causar).
La intervención, siempre en colaboración con las instituciones de la salud pública, se focaliza en las áreas rurales aisladas, atendiendo las necesidades de la población de edad avanzada, que sufre una falta de servicios agravada por la guerra.